- Área: 995 m²
- Año: 2010
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Fotografías:Iñaki Bergera
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La construcción del nuevo Centro de Atención para Personas sin Hogar de Pamplona ofrece, más allá de satisfacer las necesidades de cobijo y alimento a los transeúntes, una oportunidad de mejorar la calidad de vida de un grupo excluido socialmente, cuyas necesidades llegan más allá del simple hecho de encontrar un lugar donde dormir.
La propuesta define un volumen rotundo, capaz de asumir con personalidad la intensidad del uso a que va a ser sometido, y al mismo tiempo flexible en su funcionamiento, donde la configuración interior facilite la convivencia entre los distintos grupos de usuarios y permita atender las diferentes necesidades que se ofrecen en un programa relativamente complejo pese a su reducido tamaño: dormitorios, comedores, talleres ocupacionales, salas de ocio, etc.
Se propone una a caja silenciosa, que protege su contenido de las miradas de los curiosos, y que integra adecuadamente su reducida escala en un entorno semi-urbano, algo desangelado.
El proyecto se desarrolló a través de un ciudado diseño en varios niveles: Espacial - se dispone una distribución extremadamente racional, modulada y ajustada, donde el programa de necesidades agota la exigua superficie disponible. Formal - se propone una arquitectura discreta, sensata y contenida, donde no haya lugar para el capricho. Económico y temporal - Los trabajos de construcción se realizaron en un ajustado plazo de 6 meses, por un importe de 870 €/m2. Energético - el edificio cuenta con calificación energética A.
El centro ofrece cobijo y alimento a sus usuarios. A cambio, éstos deberán implicarse en las tareas diarias de mantenimiento del mismo: limpieza, lavandería, jardinería, pintura… tratando así de buscar el compromiso personal y enfocar positivamente el respeto a la nueva instalación.
Un volumen central acoge los servicios e instalaciones del edificio. Alrededor de dicho núcleo se disponen los espacios de distribución, que conducen a las piezas habitables del centro, dispuestas en el perímetro exterior con objeto de beneficiarse de la iluminación y ventilación naturales: dormitorios, talleres, comedores, salas de descanso…
Una celosía exterior conformada por perfiles de aluminio lacado garantiza la deseable privacidad de los usuarios, al tiempo que resuelve los posibles problemas de intrusismo que se pueden producir en un centro de estas características, y configura una imagen exterior unitaria y homogénea, adecuando la escala del edificio al entorno en que se encuentra.
El edificio integra dos usos diferenciados: Un servicio de alojamiento de transeúntes y un Centro de media estancia para Personas sin hogar estables en la ciudad. Si bien ambos colectivos conviven en el mismo volumen, el proyecto debe evitar interferencias entre ambos programas, facilitando su independencia funcional.
Tanto es así que desde el exterior se plantean dos accesos independientes, a través de las dos fachadas longitudinales opuestas.
El centro de Transeúntes se desarrolla tanto en planta baja como en la totalidad de la planta primera, y cuenta con un total de 18 habitaciones dobles. Su programa se complementa con los correspondientes aseos y servicios, un taller ocupacional en el que se ofrece a los usuarios la posibilidad de desarrollar diversos tipos de trabajos durante el día, un taller de lavandería, un comedor social con capacidad para 48 comensales, salas de ocio y descanso, zonas de administración, recepción y consigna.
El servicio de media estancia, de menor volumen, cuenta con un total de 9 habitaciones dobles, más sus correspondientes servicios y zonas comunes.